Después de que se decretara el aislamiento preventivo obligatorio y debiéramos permanecer en nuestros hogares más de un mes; para algunos, el aislamiento ha terminado. Una vez termine el aislamiento para todos, debemos entender que nuestra vida anterior a la cuarentena ha cambiado y debemos adaptarnos a esta nueva cotidianidad que está llena de desafíos a afrontar para cuidar y cuidarnos entre todos:
Protocolos de bioseguridad: implementar y seguir de manera rigurosa en nuestros hogares o empresas los protocolos, es la clave de prevención. Recuerda lavarte las manos frecuentemente y usar el tapabocas al salir.
Adaptación al trabajo: debido a la cuarentena, muchas empresas se transformaron e implementaron medidas que pasaron por la flexibilidad en los horarios o hasta el teletrabajo para gran parte de su personal. Si estás en teletrabajo ten en cuenta establecer una rutina diaria como cuando vas al trabajo de manera presencial, ten un espacio propio de trabajo, deja claro con tu familia que estás trabajando, para evitar distracciones y recuerda tomar pausas activas.
Salud mental: cambiar nuestros hábitos drásticamente y adecuarnos a esta nueva forma de vida podrían acarrear padecimientos del plano psiquiátrico. Ejercítate, medita, juega con tu familia, aprende algo nuevo y si lo necesitas, no dudes en buscar ayuda.
Empatía y solidaridad: Si puedes hacerlo, trata de ayudar a tus familiares o amigos, también puedes donar a una causa que te apasione, no acapares y recuerda que la unión es la clave para salir pronto de esta situación.
Cuidado con la información: en medio de la ansiedad, las personas recogen muchos datos e información que no siempre es veraz. Acuda a fuentes confiables, con moderación y ante la duda consulte. No comparta información falsa.
Reserva de emergencia: estima un monto para ahorrar y así prevenir que una próxima crisis te tome desprevenido. Los expertos recomiendan un monto aproximado estimado entre 6-9 meses de tu gasto mensual.